Hoy he podido comprobar que el fin de semana, a los "bichitos", les da para mucho. En primer lugar, Valeria M., nos ha acercado una parte de la playa a la clase, ya que ha venido acompañada de dos conchas maravillosas.
También hemos disfrutado muchísimo jugando a las adivinanzas con una caja misteriosa que ha traído Álvaro esta mañana a clase. Entre él y yo hemos dado una serie de pistas para ver quién era capaz de adivinar qué había dentro de la caja, teniendo como pista principal que se trataba del hábitat de un animal... (momento divertidísimo, porque podría haber de todo en la caja, desde un nido de pájaros a una colmena... por lo que ya os podéis imaginar el revuelo y el nerviosismo). Cuando por fin deducimos que no podía ser una charca (porque se mojaría la caja, según ellos/as), ni un hormiguero, ni una madriguera (según sus razonamientos, porque están en la tierra y no pueden estar en una caja) y, por supuesto, no podía ser una colmena (porque, según ellos, yo hice trampa y miré la caja antes.... por lo que las abejas me habrían picado).... nos dimos cuenta que solo podía ser ¡un nido de pájaros! y ya Álvaro, que no podía aguantar más y se moría de ganas de decir qué es lo que había traído, nos reveló que además, el nido venía acompañado de dos huevos. ¡Todos alucinando!
Y fijaos que casualidad que, tanto el nido, como las conchas, nos han llegado en un momento perfecto, ya que hoy hemos empezado a trabajar el concepto "liso-rugoso" y hemos podido comprobar y clasificar estos objetos (junto con otros que había llevado yo) según su textura.
Y aquí no acaba la cosa... porque Celia nos ha contado que este fin de semana se ha encontrado un camaleón, lo que nos ha dado la oportunidad de conocer muchas características del camaleón (hemos visto un vídeo de cómo caza con su "superlengua", nos quedamos asombrados cómo su piel cambia de color y hemos descubierto que significa animal en peligro de extinción).
¡Un día completísimo! ;-)
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